Economía

Inflación, dólar y FMI: cómo seguirá el sendero económico y su proyección para 2025

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El Gobierno comenzó a movilizar los soportes del programa económico y buscará en la última parte del año y el inicio del 2025 direccionarlo hacia una caída adicional de la inflación y de negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que permita acceder a nuevas divisas, en un intento por preparar el terreno para una salida gradual del cepo cambiario.

La primera señal de este giro se dio a fin de octubre, cuando tanto las proyecciones oficiales como las privadas apuntaban a una inflación mensual más baja de lo previsto, en torno al 3%. Antes de que se confirmara el dato de 2,7% del IPC para ese mes, el Banco Central decidió descongelar la tasa de interés, que llevaba seis meses fijada en 40% nominal anual, y la redujo a 35 por ciento.

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Con el índice de precios ya oficializado, el Poder Ejecutivo comenzó a delinear el horizonte de corto y mediano plazo para el esquema cambiario. El presidente Javier Milei anticipó las metas de inflación, como parte de la hoja de ruta hacia una unificación del tipo de cambio.

El presidente Javier Milei anticipó las metas de inflación, como parte de la hoja de ruta hacia una unificación del tipo de cambio

Según la consultora 1816, una de más influyentes en el mercado, el programa económico de Milei ha tenido un “éxito rotundo“ en sus primeras etapas. Sin embargo, advierte que su sostenibilidad a lo largo de 2025 dependerá de factores externos.

“El contexto internacional será determinante: la caída de los precios internacionales de las materias primas y el fortalecimiento del dólar podrían generar presión en el mercado local. Además, la campaña electoral de 2025 será crucial, ya que en mayo se definirán alianzas y candidaturas para las PASO”, explicaron desde la firma.

Fase 2: devaluación más lenta y sumar reservas

El Gobierno inauguró la “fase 2″ de su plan económico a mediados de año, con un esquema de mayor restricción monetaria y una intervención más agresiva en el mercado de cambios libre, mediante la liquidación de divisas provenientes de exportaciones. Esta estrategia responde a la necesidad de absorber liquidez de manera más rápida en un contexto de creciente volatilidad cambiaria, ampliación de la brecha y caída en el nivel de reservas del Banco Central.

El nuevo enfoque busca ralentizar el ritmo de ajuste del tipo de cambio oficial -el crawling peg– para contener la inflación, mientras se negocian condiciones con el FMI que podrían acelerar el levantamiento gradual del cepo. La administración apunta a ganar margen de maniobra en un escenario desafiante que incluye, además, un contexto internacional menos favorable y un calendario electoral que podría condicionar las expectativas del mercado.

Luego de cinco meses de continuidad en la segunda fase del plan económico, el Gobierno revirtió el panorama financiero y logró estabilizar tanto el mercado cambiario libre como la situación financiera en general.

Esta recuperación fue impulsada por la movilización de unos USD 20.000 millones a través del blanqueo de capitales, lo que incrementó los depósitos en moneda extranjera en los bancos y permitió un aumento en los créditos en dólares para las empresas habilitadas bajo las restricciones macroprudenciales pos crisis de 2001-que limitan el acceso a aquellas con ingresos en divisas, para evitar descalces de monedas-. El Banco Central aprovechó esta oportunidad para acelerar la recomposición de sus reservas brutas.

El equipo económico adelantó que la tercera estaría enfocada en la salida del cepo cambiario

Durante el anuncio de esta segunda fase, el equipo económico adelantó que la tercera estaría enfocada en la salida del cepo cambiario, aunque en ese momento no había señales claras de cuándo podría concretarse. Sin embargo, en las últimas semanas del año comenzaron a surgir indicios de que el Gobierno buscará avanzar en esa dirección y brindó algunas precisiones al respecto.

El ritmo esperado de aumento de los precios

El presidente Javier Milei anticipó que, si la inflación mantiene su tendencia a la baja durante dos meses consecutivos, el Gobierno reducirá el ritmo de devaluación al 1% mensual.

Esta estrategia ya era considerada por el mercado como un próximo paso en la política económica y fue confirmada por el Ejecutivo tras la baja inflacionaria a menos del 3% en octubre, lo que fortaleció la confianza en esta decisión.El tipo de cambio oficial se había ajustado al 2% mensual tras la devaluación inicial impulsada por el Banco Central al inicio del mandato de Milei (Foto: Reuters)El tipo de cambio oficial se había ajustado al 2% mensual tras la devaluación inicial impulsada por el Banco Central al inicio del mandato de Milei (Foto: Reuters)

El tipo de cambio oficial se había ajustado al 2% mensual tras la devaluación inicial impulsada por el Banco Central al inicio del mandato de Milei. Dado que la inflación superaba ese ritmo de ajuste, diversas consultoras observaron que el dólar oficial mostró una apreciación significativa, generando presiones para acelerar el ritmo devaluatorio y reducir la brecha con el índice de precios. El equipo económico, sin embargo, decidió sostener su esquema, logrando que la convergencia se produjera a la inversa: la inflación descendió hacia el ritmo del ajuste cambiario de 2 por ciento.

Caputo y la eliminación del cepo

Luis Caputo afirmó que la unificación cambiaria y la eliminación de los controles tendrán lugar en algún momento de 2025. “A medida que avanzamos, dejamos atrás los efectos de la política monetaria del gobierno anterior y se fortalecen nuestros resultados”, aseguró.

Según el ministro de Economía, octubre fue un punto de inflexión: “Estamos en el mejor momento desde que asumió el Presidente. La inflación se ha alineado prácticamente con el crawling peg y con la inflación internacional, la brecha cambiaria es la menor en cinco años, y la economía muestra señales de recuperación”.

Estamos en el mejor momento desde que asumió el Presidente. La inflación se ha alineado prácticamente con el crawling peg y con la inflación internacional (Caputo)

En cuanto al levantamiento del cepo, Caputo aclaró que no se concretará hasta que se tenga la certeza de que no generará desequilibrios en la economía. “No se trata de un plazo fijo, sino de alcanzar ciertas condiciones”, enfatizó.

Frente a las críticas sobre el impacto de los controles cambiarios en el crecimiento, sostuvo que es posible crecer bajo este esquema y que, en algún momento del próximo año, el cepo será eliminado. Además, destacó que “Argentina no debe ganar competitividad mediante devaluaciones, sino reduciendo impuestos, y ese es el próximo objetivo”.Milei y Caputo, en una reunión en la Casa Rosada antes de que se conociera este martes el IPC de octubreMilei y Caputo, en una reunión en la Casa Rosada antes de que se conociera este martes el IPC de octubre

El presidente Javier Milei fue más enfático en su postura durante la Gala Anual de la Fundación Endeavor: “Les aviso que, si durante dos meses más repetimos números en esta línea, bajaremos el crawling peg al 1% mensual. Y si logramos tres meses consecutivos en ese nivel, liberaremos el mercado de cambios”, anticipó. Sin embargo, la inflación no es el único factor determinante para avanzar hacia la eliminación del cepo; la cantidad de reservas del Banco Central también jugará un papel crucial.

Aunque el Gobierno ha sugerido que trabaja con un objetivo específico para el nivel de reservas, la cifra se mantiene bajo estricta confidencialidad. En ese contexto, el equipo económico decidió retomar —tras algunas semanas de pausa— las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para un nuevo programa.

Regreso a la mesa de negociación con el FMI

En las últimas semanas, el equipo económico había dejado entrever que el Gobierno no había decidido aún si avanzará con un nuevo acuerdo con el FMI una vez finalizado el programa Extended Fund Facility (EFF) vigente, al que le restan dos revisiones trimestrales.

Sin embargo, en la última semana, fuentes del Poder Ejecutivo confirmaron que la decisión fue finalmente avanzar con lo que sería el acuerdo número 23 en la larga historia de la relación entre Argentina y el organismo.

La inflación no es el único factor determinante para avanzar hacia la eliminación del cepo; la cantidad de reservas del Banco Central también jugará un papel crucial

Aunque el proceso formal aún no ha comenzado, ya se iniciaron contactos informales. Se espera que las negociaciones oficiales arranquen en las próximas semanas, coincidiendo con la participación de Milei en la cumbre del G20 en Río de Janeiro, un evento que también contará con la presencia de altos funcionarios del FMI.

El ministro de Economía, Luis Caputo, advirtió que los próximos pasos estarán sujetos a los tiempos burocráticos habituales del organismo, lo que podría extender las negociaciones “durante meses”, sin acelerarse por el reciente cambio de administración en la Casa Blanca. No obstante, Milei expresó su expectativa de que la administración de Trump brinde un respaldo clave para avanzar en las conversaciones.

El acuerdo actual y los desafíos pendientes

El programa vigente con el FMI aún tiene dos revisiones en curso: la novena, que evaluará el cumplimiento de las metas de junio, y la décima, que analizará los objetivos de septiembre.

Según estimaciones, las reservas netas del Banco Central habrían quedado por debajo en más de USD 2.000 millones respecto a lo acordado.

En el Palacio de Hacienda enfatizan que el diálogo con el FMI es constante y que el principal objetivo del Gobierno es asegurar que el organismo comprenda los próximos pasos de la política económica, especialmente en lo relacionado con el régimen cambiario.

Fuente: Infobae

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