(HealthDay News) — Los hombres que optan por la “espera vigilante” en lugar del tratamiento para un cáncer de próstata de bajo riesgo podrían mejorar sus probabilidades si toman complementos de aceite de pescado, sugieren las primeras investigaciones.
“A muchos hombres les interesan los cambios en el estilo de vida, incluida la dieta, para ayudar a controlar el cáncer y prevenir la progresión de la enfermedad”, anotó el autor del estudio, el Dr. William Aronson.
“Nuestros hallazgos sugieren que algo tan simple como ajustar la dieta podría potencialmente ralentizar el crecimiento del cáncer y prolongar el tiempo antes de que se necesiten intervenciones más agresivas”, dijo Aronson. Es profesor de urología en la Universidad de California, en Los Ángeles.
Como explicaron los investigadores, los cambios en las directrices de tratamiento del cáncer de próstata hacen que muchos hombres con tumores de crecimiento lento opten por una monitorización estrecha del cáncer, en lugar de tratamientos a menudo debilitantes.
Sin embargo, aproximadamente la mitad de los hombres que eligen la “espera vigilante” requerirán cirugía y/o terapia farmacológica para el tumor dentro de los cinco años posteriores al diagnóstico.
¿Podría haber formas de retrasar la progresión del tumor aún más?
El equipo de Aronson se preguntó si ciertos nutrientes, como los ácidos grasos omega 3 que se encuentran en ciertos suplementos de pescado y aceite de pescado, podrían ayudar.
Para averiguarlo, primero seleccionaron a 100 pacientes que habían sido diagnosticados con cánceres de próstata de nivel bajo o intermedio “favorable” y que habían optado por la espera vigilante.
Los hombres fueron seleccionados al azar para simplemente continuar con sus dietas normales (el grupo de “control”), o se les dio asesoramiento dirigido a aumentar su ingesta de omega-3. Eso incluía el uso de suplementos de aceite de pescado.
Al mismo tiempo, se aconsejó a los hombres que redujeran su ingesta de grasas menos saludables llamadas omega-6. Las grasas omega-6 se encuentran a menudo en alimentos como papas fritas, galletas, mayonesa y otros alimentos fritos o procesados.
Para ayudar a rastrear cómo estos cambios en la dieta podrían afectar la progresión del cáncer de próstata, el equipo de Aronson evaluó regularmente el “índice Ki-67″ de cada hombre.
El Ki-67 mide biomarcadores específicos para rastrear la rapidez con la que las células cancerosas de próstata se multiplican con el tiempo.
Un año después del inicio del estudio, los hombres que intentaban lograr un equilibrio dietético entre los omega-3 y los omega-6 mostraron una disminución saludable del 15% en su índice Ki-67.
Por otro lado, los hombres que habían seguido su dieta habitual mostraron un aumento del 24 por ciento en el Ki-67, reportaron los investigadores.
“Esta diferencia significativa sugiere que los cambios en la dieta podrían ayudar a ralentizar el crecimiento del cáncer, lo que podría retrasar o incluso prevenir la necesidad de tratamientos más agresivos”, dijo Aronson, que también es jefe de oncología urológica del Centro Médico de Asuntos de Veteranos del Oeste de Los Ángeles.
Sin embargo, hubo una advertencia: aunque el declive en los índices de Ki-67 de los hombres fue alentador, la dieta rica en omega-3 no cambió su grado de Gleason, otra medida común de la progresión del cáncer de próstata.
Por lo tanto, el equipo de la UCLA cree que se necesita más investigación para confirmar si aumentar la ingesta de omega-3 tiene efectos duraderos en los resultados del cáncer de próstata.
Los hallazgos se publicaron en la edición del 12 de diciembre de la revista Journal of Clinical Oncology.
Más información: Obtén más información sobre el tratamiento del cáncer de próstata en la Sociedad Americana Contra El Cáncer.
FUENTE: Universidad de California en Los Ángeles, comunicado de prensa, 13 de diciembre de 2024