A los 50 años, muchas personas creen que es demasiado tarde para modificar hábitos arraigados, pero la realidad es que aún es posible realizar cambios significativos que mejoren la calidad de vida y prolonguen la longevidad.
Un cambio clave que se debe considerar en esta etapa es la reducción del consumo de azúcar, ya que este hábito perjudicial está estrechamente relacionado con la disminución de la expectativa de vida.
La glucosa de la sangre proviene de los alimentos que se consumen y es una de las principales fuentes de energía del organismo. Foto:iStock
La doctora Gowri Reddy Rocco, experta en longevidad y fundadora de Optimum Wellness and Longevity Inc., señala que la ingesta excesiva de azúcar es uno de los factores más destructivos para la salud, ya que provoca altos niveles de inflamación en el cuerpo.
Esta inflamación crónica no solo debilita el organismo, sino que también prepara el terreno para el desarrollo de enfermedades graves, como el cáncer, enfermedades cardíacas, Alzheimer y trastornos autoinmunes.
Reducir el azúcar en la dieta, según Rocco, no es un cambio insignificante, incluso si se realiza a los 50 años.
El cuerpo tiene una capacidad asombrosa para sanar y regenerarse, y reducir el consumo de azúcar puede contribuir significativamente a mejorar la salud integral y prolongar la vida. De hecho, investigaciones han demostrado que eliminar o disminuir el azúcar puede incrementar la expectativa de vida hasta en 10 años.
Para aquellos que encuentran difícil eliminar por completo el azúcar de su dieta, la doctora sugiere hacerlo de manera gradual, estableciendo metas realistas.
Planificar con anticipación y tener a mano alternativas saludables es crucial para satisfacer los antojos sin comprometer la salud. Esto puede incluir opciones saludables para esos momentos en los que se desea algo dulce, especialmente después de las comidas.
El impacto negativo del azúcar en la salud es alarmante. Los alimentos ricos en azúcar, que a menudo son ultraprocesados, no solo tienen un bajo valor nutricional, sino que también contribuyen a la inflamación crónica, un problema que pasa desapercibido pero que puede desencadenar múltiples trastornos severos.
Por lo tanto, tomar medidas para reducir el consumo de azúcar no solo mejora la calidad de vida, sino que también es esencial para prevenir el desarrollo de afecciones debilitantes y asegurar una vida más larga y saludable.
Fuente: El Tiempo