Delincuentes colocan obleas falsas en autos con códigos QR que simulan ser multas del Gobierno de la Ciudad. Al escanearlos, los usuarios son dirigidos a enlaces diseñados para robar datos personales. Expertos advierten sobre la importancia de verificar la autenticidad de estos códigos y evitar interactuar con enlaces desconocidos.
En Arriba Argentinos se tocó uno de los temas del momento: una estafa que utiliza códigos QR falsos para simular multas de tránsito. La estafa consiste en colocar obleas apócrifas en vehículos, similares a las que utiliza el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, pero con pequeños detalles que pueden delatar el engaño, como errores ortográficos en frases como “usted estaciónó mal”.
El especialista en seguridad informática Cristian Arborguelo explicó: “El QR en sí mismo no hace nada. No es que va a romper el teléfono, clonarlo o robarnos información de manera automática y mágica”, aclarando que el verdadero peligro surge al interactuar con los enlaces a los que redirige el código.
“Cuando escaneamos el QR, aparece una URL. Ahí todavía no pasó nada. El problema empieza si hacemos clic en ese enlace”, señaló. En los casos detectados recientemente, los enlaces llevaban a sitios diseñados para robar credenciales, como contraseñas de correos electrónicos, o mostraban páginas en blanco debido a errores o a la rápida denuncia del fraude.
Qué hacen los delincuentes
“Lo que hacen los delincuentes es aprovechar la curiosidad o el apuro de las personas para intentar que accedan al enlace”, comentó Arborguelo. Además, advirtió sobre la creciente omnipresencia de los códigos QR: “Hoy los vemos en todos lados: menús de restaurantes, cajas de pago, y ahora, incluso, en supuestas multas”.
El especialista recomendó “verificar siempre la autenticidad de un QR antes de escanearlo y, ante la duda, consultar directamente con las autoridades”. Si bien la estafa fue rápidamente denunciada y muchos de los enlaces dados de baja, esta situación deja en evidencia la necesidad de “prestar atención a cada detalle” para evitar caer en engaños.
La estafa pone en foco la importancia de educar a los usuarios sobre el uso responsable de la tecnología y de extremar los cuidados al interactuar con enlaces digitales. En palabras de Arborguelo: “Es una puerta de entrada al robo de datos si no tomamos los recaudos necesarios”.