Como viene sucediendo, la actualización de impuestos internos y la devaluación del dólar impactarán en el precio del surtidor.
Como cada año, agosto llegará con la tradicional caña con ruda pero esta vez, además, los conductores deberán hacer un esfuerzo extra para absorber el nuevo aumento de los combustibles previsto para el inicio del próximo mes.
Tal como vienen ocurriendo, la actualización de los impuestos a los combustibles en sus dos modalidades, combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), sumado a la devaluación del dólar pautada por el Gobierno terminarán impactando en los precios en surtidor. Las variaciones son progresivas, pero hay alertas por el atraso que se acumula mes a mes.
La gran incógnita a develar es el porcentaje en que aumentarán las naftas y el gasoil teniendo en cuenta no solo que una cifra muy elevada podría tener efectos inflacionarios, cosa que el gobierno nacional busca evitar, sino además que las ventas en las estaciones de servicio vienen en caída libre y una actualización desmesurada puede ser un tiro de gracia.
Fuente Diario Norte