El ingreso de dólares al sistema financiero por el blanqueo derivó en una gran cantidad de billetes estadounidenses en los Tesoros de los bancos. Las entidades tienen que mantener inmovilizados en el Banco Central (BCRA) la mayor parte de esos depósitos en moneda extranjera y, con el excedente, se dedican a prestar.
En los últimos meses, es stock de créditos en dólares vienen creciendo a tasas crecientes, que rozaron el 11% en noviembre. Sin embargo, esa mejora tiene un techo porque la ley limita a los bancos a prestar dólares solamente a quienes generen divisas. Es decir, a los exportadores.
Esa normativa se creó luego del fin de la Convertibilidad porque durante los años 90 los dólares se prestaban como pesos a cualquier tipo de cliente y, después de la devaluación, las cuotas se volvieron impagables para las personas y empresas que tenían ingresos en pesos. Como resultado, se debió realizar una pesificación forzosa de los créditos en moneda extrajera.
Ahora, un grupo de bancos promueve un relajamiento de la normativa. Se trata de las entidades privadas de capitales nacionales, agrupadas en la cámara Adeba. Su titular, Javier Bolzico, se refirió a ese punto: “Los préstamos en dólares a empresas es un tema que se debe ser discutido en los próximos meses, a fin de aumentar la competitividad de la economía; siempre teniendo en cuenta la estabilidad del sistema. Creemos que el enfoque debe ser la correcta gestión de riesgos de acuerdo a los estándares internacionales y no la prohibición”.
Aunque la posición de la Cámara era sabida, la declaración llegó luego de que trascendiera que Federico Furiase -director del BCRA y asesor de Luis Caputo– dijo en un evento de la Bolsa de Comercio que hay espacio para avanzar en una flexibilización del crédito en dólares, aunque sin descuidar los límites prudenciales que previenen el descalce de monedas.
Los bancos tienen que ir administrando sus activos y pasivos con una mirada de mediano plazo. Hay una diferencia importante entre el ritmo de crecimiento que hoy tienen los préstamos en pesos y el que muestran los depósitos en moneda local. En noviembre, por caso, los datos oficiales muestran que los créditos al sector privado aumentaron 5,7% mensual real y los depósitos de ese mismo segmento crecieron 3,2% real.
En un contexto de cantidad acotada de pesos en circulación y tasas de plazos fijos que se derrumbaron, los bancos ya prevén que tendrán un descalce ya no solo de plazos (porque prestan a varios años mientras que los depósitos son a 30 días) sino también de volúmenes: creen que habrá pocos pesos para crédito. La suba de la tasa de préstamos hipotecarios fue una primera muestra de ese temor.
Ante esta situación, algunas entidades ven los dólares del blanqueo como una salida para seguir robusteciendo el financiamiento al sector privado sin encarecer su costo y, de ese modo, impulsar la actividad económica.
Con respecto a los recuerdos de la crisis de 2001, argumentan que la caída de la Convertibilidad fue impulsada por el default del Estado y la confiscación de los ahorros. Consideran que la pesificación de los préstamos, en todo caso, fue una consecuencia de la devaluación que se aplicó para salir de ese momento de crisis.
Grieta entre los bancos
A diferencia de Adeba, las otras cámaras bancarias se manifiestan abiertamente en contra de la idea de prestar los dólares de los ahorristas a quienes no tienen ingresos en moneda dura. Claudio Cesario,titular de ABA, ya lo había advertido en un brindis de fin de año con la prensa y volvió a repetirlo tras las declaraciones de Furiase.
“Tenemos que evitar que lo que aprendimos se nos olvide, para nosotros los dólares de la gente se tienen que utilizar para prestar a aquellos que producen dólares; por favor no estresemos al sistema, la confianza se construye todos los días”, pidió el referente de la cámara integrada por los bancos de capitales internacionales.
En una entidad que está en contra de ampliar los préstamos en dólares, en tanto, apuntaron que la solución no es prestar los dólares que entraron por el blanqueo para suplantar los pesos, sino mejorar la cantidad de los depósitos en moneda local para poder prestar más.
Por su parte, la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina (ABAPPRA), que representan fundamentalmente a las entidades de origen estatal, también se manifestaron en contra de una flexibilización. “Cumpliremos con las normas que el Banco Central y el Gobierno vayan dictando. Dicho esto, creemos que no es un buen momento para avanzar en una ampliación del crédito en moneda extranjera”, dijeron a TN.
Al respecto, desde ABAPPRA consideraron: “Estamos en una transición hacia un esquema que ya veremos si es de dolarización endógena o competencia de monedas. No sería bueno alterar la estabilidad habilitando a los bancos a prestar dólares a quienes no los producen. Venimos de un blanqueo exitoso y esto le podría generar una mala sensación al ahorrista en dólares”.
En el BCRA siguen con atención la opinión de los bancos sobre este tema, ya que entienden que las entidades serán las encargadas de administrar los riesgos si avanza la flexibilización. Aunque remarcan que es un tema que encabezará el Poder Ejecutivo, en la entidad reconocen que la dolarización endógena que busca el Gobierno requiere una mayor circulación de dólares en la economía.
Si el Gobierno aprueba la ampliación del crédito en dólares y algunos bancos empieza a ofrecer el producto, las entidades que están en contra de la normativa tendrán el dilema entre ofrecerlo en contra de sus ideas o no ofrecerlo y perderse el negocio.
El campo, en contra de la flexibilización
El campo es uno de los más beneficiados por la política de prestar dólares solamente a los exportadores. Un informe de la asociación sin fines de lucro CREA, integrada por empresarios agropecuarios, se refirió a la conveniencia de tomar préstamos en moneda extranjera en los últimos meses.
“Anteriormente, la inestabilidad cambiaria y la política monetaria favorecía, en general, la toma de crédito en pesos. Sin embargo, con la devaluación mensual fijada en 2%, se encareció el financiamiento en pesos respecto a las alternativas en dólares. Al mismo tiempo, el nuevo blanqueo de capitales agregó más dólares al sistema, impulsando así la baja de las tasas en moneda extranjera”, explicaron.
La organización se manifestó en contra de ampliar el universo de posibles tomadores de préstamos en dólares, ya que subiría el costo de ese financiamiento. “Cabe señalar que desde 2002 existe una regulación macro prudencial que restringe la posibilidad de financiarse en dólares a aquellos que no poseen ingresos en divisas, para evitar la insolvencia de los deudores ante una devaluación, como ocurrió a la salida de la convertibilidad”, recordó CREA.
“Esta limitación restringe los sujetos de crédito y explica las bajas tasas en dólares. Actualmente, dada la abundancia de dólares en los bancos, existe la ‘tentación’ de relajar la normativa. Hacia adelante, se esperaría un crecimiento del financiamiento en dólares, aunque si se flexibilizan las regulaciones macro prudenciales el financiamiento podría encarecerse ante la potencial ampliación de solicitantes”, concluyó.
Fuente: TN