El caso del diputado misionero Germán Kiczka (44) detenido por el tráfico de material de abuso sexual infantil en Internet fue uno de los últimos y quizás el más resonante. Pero solo con googlear, la cantidad de allanamientos y arrestos a pedófilos en nuestro país en los últimos meses es impactante.
Al igual que crece el uso del celular y las redes entre los chicos (y otros problemas como la adicción a las apuestas online), las denuncias por difusión de fotos y videos explícitos de menores también va en aumento. Así lo advierte el Observatorio de Cibercrimen y Evidencia Digital en Investigaciones Criminales (Ocedic) de la Universidad Austral.
Basados en datos del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad apuntan que en 2023 ingresaron 95.600 casos y, en lo que va del 2024, ya se recibieron más de 70.000 denuncias; lo que permite proyectar una cantidad aún mayor para el término del año. A la vez, la tendencia viene en crecimiento, ya que en 2022 fueron 86.867 casos y, en 2021, 71.797.
Consultada por Clarín, Daniela Dupuy, directora de Ocedic, dijo: “Están creciendo los reportes de personas que distribuyen, facilitan, ceden, comercializan, fotos o videos de abuso sexual en niños, niñas y adolescentes. Esto ocurre en Argentina y en el resto del mundo. Es una tendencia que va alarmantemente en crecimiento”.
Dupuy, que además es titular de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos y Contravenciones Informáticas de la Ciudad, subrayó que este tipo de ciberdelito “deviene y termina en conductas siempre más gravosas como abuso sexual, corrupción de menores y trata de personas”.
El material de abuso sexual infantil producido por adultos, traducido en videos y fotografías, abarca desde bebés hasta adolescentes, y es distribuido, facilitado, vendido y consumido entre personas que integran redes internacionales de explotación sexual de chicos. Además, en cada archivo recibido suelen encontrarse entre uno y tres niños o niñas abusados, por lo que la cantidad de víctimas se duplica.
La forma de obtenerlo puede ser tanto con la víctima presente, abusando de ella, como también de manera virtual a través de las modalidades de ciberacoso o grooming, con engaños y extorsiones para conseguir el material. La propagación del uso del celular y las redes entre los chicos, a edades cada vez más tempranas, abre más puertas a los pedófilos.
Dupuy detalló a Clarín que el material de pedofilia muchas veces es producido en Argentina por personas que pueden ser padres, docentes o del entorno familiar del niño, o bien, si es de otro país en Argentina se puede comprar, vender o distribuir. La motivación de las bandas, más allá de la perversión, es económica.
“Las imágenes se venden con criptoactivos en la deep web o en redes internacionales”, dijo Dupuy.
Un documental en el Teatro Colón para concientizar
Ante esta situación, el próximo 8 de octubre Ocedic estrenará un documental en el Teatro Colón con el objetivo de sensibilizar sobre los retos y desafíos que presentan las nuevas tecnologías, el delito y su impacto en la sociedad. La obra cuenta con herramientas de prevención y el testimonio de expertos en la materia. Se trata del tercer episodio del Digital Project “Ciberacosos a Niños Niñas y Adolescentes”.
“El hecho de que el ingreso de este tipo de casos sea cada vez mayor es lo que nos motiva desde el observatorio para llevar adelante estas tareas de prevención”, señaló Dupuy y dijo que el documental narra un caso real de una madre que descubre que su hija era víctima de un adulto que la extorsionaba para que le mandara imágenes explícitas.
“Este es un esfuerzo entre todos; por eso nos acompañan organismos internacionales (International Centre for Missing Children; National Centre for Missing Children, Internet Watch Foundation, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Interpol, entre otros), el sector privado (TikTok, Meta, Telecom) y organismos gubernamentales nacionales pertenecientes al Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial”, indicó Natalia Molina, Directora del Digital Project del Ocedic.
Fuente: Clarín