El comité ejecutivo de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas trató cuestiones pendientes reclamados, y llevó un mensaje de la necesidad de encuentro y reconciliación.
el presidente Alberto Fernández recibió al comité ejecutivo de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), en la Casa Rosada.
El motivo central oficial fue expresarle al máximo mandatario un mensaje de salutación por las fiestas de Navidad y Año Nuevo, pero lógicamente se incluyeron temas de la situación social del país, así como reivindicaciones pendientes de resolver que ha planteado ACIERA.
La comitiva estuvo encabezada por el presidente de la Alianza, Christian Hooft, quien estuvo acompañado por directivos del comité ejecutivo de la institución: Rafael Pedace (vicepresidente), Alejandro Espínola (secretario) y los directores Osvaldo Carníval, Ligia Würfel y Jorge Gómez (director ejecutivo).

Se trató de una reunión «positiva, amable» y de «intercambio” entre el presidente y los representantes evangélicos, indicaron fuentes de la Secretaría de Culto.
En la reunión, que se extendió por aproximadamente 90 minutos, las autoridades valoraron el trabajo social que realizan las iglesias evangélicas en todo el país. También se mencionaron temas referentes al histórico reclamo sobre la personería jurídica de las iglesias, que no disponen aún de identidad jurídica propia como entidades religiosas.
También se abordó la necesaria reglamentación para la atención espiritual de los miles de uniformados evangélicos -y de otros cultos- en las fuerzas armadas y de seguridad del país.
Por último, el presidente de ACIERA en nombre de toda la directiva nacional hizo entrega a Alberto Fernández de dos obsequios que representan el mensaje de perdón, reconciliación y encuentro, tan necesarios en estos tiempos en Argentina.
En concreto, los regalos fueron un cuadro de autoría del pintor rionegrino Alejandro Peláez llamado “Perdón”, basado en la escena de los evangelios en la que Jesús muestra misericordia hacia la mujer que iba a ser apedreada; y un ejemplar del libro “Sin perdón no hay futuro”, que relata el testimonio del premio Nobel de la Paz y pastor evangélico Desmond Tutu, figura clave en la reconciliación de Sudáfrica.
Al cierre del encuentro el pastor Rafael Pedace elevó una invocación a Dios sobre la vida y gestión del presidente, su equipo y el país.