El Fondo Monetario Internacional (FMI) solicitó al Indec modificar “lo antes posible” la metodología del IPC, argumentando que los números actuales no reflejan con precisión los cambios en los patrones de consumo ni los costos de la economía argentina. La petición se formalizó en el último Staff Report, que también habilitó la liberación de 2.000 millones de dólares para el país.
La actualización del Índice de Precios al Consumidor se completó casi un año atrás, basada en la Encuesta de Hogares 2017/2018, reemplazando la canasta de 2004/2005. Sin embargo, su implementación depende de una decisión política del Ministerio de Economía y aún no se ejecuta, pese a que el Indec concluyó las pruebas técnicas en marzo de 2025.


Impacto de la actualización del IPC en la economía
Entre los cambios más relevantes se incluyen una mayor ponderación a servicios como internet y plataformas digitales, y una reducción relativa en los alimentos. Esto permitirá que el IPC refleje mejor los precios reales y evite distorsiones con mediciones provinciales, impactando directamente en jubilaciones, ajustes de deuda y políticas sociales.
El FMI advirtió sobre los riesgos de demorar la medida, sobre todo en un año electoral, cuando cualquier modificación puede generar debates políticos y económicos sensibles. La puesta en marcha podría comenzar con la medición de enero de 2026, cuyos resultados se conocerían en febrero, aunque aún resta definir si habrá un empalme con la metodología actual.

El próximo informe de inflación, correspondiente a agosto, se publicará después de las elecciones legislativas del 7 de septiembre, y será clave para determinar la repercusión de la suba del dólar de fines de julio.
En este contexto, el FMI sostiene que la actualización del IPC argentino no es solo una cuestión técnica, sino un paso esencial para transparencia económica, confianza de inversores y correcta aplicación de políticas sociales y fiscales.
Fuentes: GN Noticias

